Cachorrito no sabe a qué jugar. Intenta ser mago, detective y cocinero, pero nada le divierte. Su impaciencia crece hasta que su madre le muestra que, con un poco de imaginación, cualquier momento puede ser especial. Una historia tierna sobre la frustración y el poder del afecto para encontrar soluciones.
A través de ilustraciones dulces y expresivas, este libro ayuda a los más pequeños a reconocer y gestionar sus emociones. Con letra mayúscula para facilitar la lectura, muestra cómo el apoyo de quienes nos quieren nos ayuda a superar los momentos difíciles y a descubrir lo que realmente nos hace felices.
Un cuento perfecto para trabajar la paciencia, la autoestima y la imaginación. Ideal para compartir en familia y fomentar el amor por la lectura desde la primera infancia.